miércoles, 7 de octubre de 2009

Menú del Día

Cuando tenemos demasiada hambre comemos cualquier cosa... No elegimos. Empiezas comiendo chorizo, sigues con palomitas y finalizas con un muslo de pollo de hace dos dias de aspecto dudable. Tu mente no razona, te limitas a engullir.

Si estamos hambrientos emocionalmente haremos lo mismo, no seleccionas una pareja cualquier "cosa" te va bien.
Olvida y perdona, lo que te tocó vivir tenía un sentido aunque, por el momento, no lo comprendes.